Descripción general
En las imágenes presentadas, crucé los gráficos de Casos Totales y de muertos en 5 países europeos, con los datos recopilados en el paper del Imperial College COVID-19 Response Team de Inglaterra (publicado el 30 de marzo) y titulado: Estimating the number of infections and the impact of nonpharmaceutical interventions on COVID-19 in 11 European countries. El estudio referenciado analiza las medidas aplicadas por distintos gobiernos de Europa y trata estimar sus efectos.
Tomando como base la curva de evolución de la cantidad de muertos, y procediendo retroactivamente con métodos estadísticos, el modelo utilizado en el paper estima la cantidad real de contagiados – muy distinta a los casos detectados – y su curva de evolución para los países observados, tomando en cuenta el lapso temporal promedio entre la infección y el fallecimiento del enfermo. Estas cantidades son comparadas con las curvas “normales” de un modelo epidemiológico estándar, para estimar el impacto relativo y absoluto de 5 medidas.
Los resultados son bastante sorprendentes: en el caso de Italia, los muertos evitados son, según la estimación, 38.000. Para los demás países europeos se observan números (por el momento) mucho más reducidos, los cuales tenderán a crecer siguiendo la evolución de los casos; recordamos que Italia ha sido el primer foco en Europa – no necesariamente el más importante, como demuestra por ejemplo el caso de España cuya curva sigue una pendencia más agresiva.
El propósito de este articulo es esencialmente divulgativo. No pretendo encontrar nuevos resultados respecto al paper – cuya metodología estadística es muy seria – sino que tratar exponerlos de la mejor manera y sacar conclusiones respecto a lo que hay que hacer (o no hacer) en Italia o en Chile. Traté por lo tanto seguir los lineamientos del estudio sin interpretar mucho de mi lado, con la mayor rigurosidad posible.
Al final del artículo, en las secciones NOMENCLATURA encontrarán la traducción en español de las medidas que aparecen mencionadas en los gráficos, y en FUENTES el link al estudio - lectura muy recomendada si es que manejan inglés – junto con el origen de los demás datos.
Análisis
El primer ejercicio que realicé fue tratar identificar - en la curva de casos de 5 países europeos - el primer cambio significativo de tendencia, indicando además las fechas de las medidas evaluadas en el estudio citato publicado por la universidad de Inglaterra. Para las curvas de muertos, se realizó algo similar considerando el primer cambio significativo de tendencia posterior al que se relevó en el gráfico de los casos totales. Esto por qué - para la gran mayoría de los pacientes – la muerte es por lo general posterior a la detección de la infección; la cantidad de tests post mortem es muy poco significativa estadísticamente respecto al total de los infectados encontrados.
También indiqué en los dos gráficos comparativos la medida más radical adoptada - la cual es, en base a los descubrimientos del paper utilizado como referencia, la cuarentena total. No consideré las demás medidas por mayor claridad gráfica y también debido a la imposibilidad de distinguir sus efectos, debido a que en muchos casos fueron adoptadas en fechas cercanas entre ellas en el tiempo. En base a los números del paper, el efecto de la cuarentena total es el más relevante por lo cual la aproximación utilizada es muy razonable.
Finalmente, agregué al gráfico de Chile las fechas de las medidas para que cada uno saque sus propias consideraciones y conclusiones o siga su propio track de investigación.
Notas y restricciones
Debido a los criterios expuestos anteriormente, para Reino Unido no se agregó la línea blanca vertical de cambio de tendencia en el gráfico de muertos; esto porqué el cambio de tendencia observado en los casos es demasiado reciente, por ende no es posible observar otro cambio en una fecha posterior.
En Chile no pude indicar cambios de tendencia - debido a que al momento hay muy pocos datos para considerar cualquier bajada como significativa. Siempre en Chile, no se considera cuarentena debido a que esta medida aún no ha sido implementada a nivel nacional o en la R.M. - no cumplen con los criterios considerados en el paper las cuarentenas por comunas, o en partes de ellas.
Tampoco agregué Chile a los gráficos comparativos de Europa; en nuestro país, la etapa de evolución de la pandemia en Chile es mucho más temprana que en Europa y además hay muchas diferencias en los sistemas y presupuestos de salud, y en la entrega de los datos, para que la comparación pueda ser significativa.
En caso de que alguien no coincida con esta apreciación puede hacer el ejercicio utilizando las fuentes citadas y cualquier hoja de cálculo.
Resultados
Se observa en la mayoría de los países un tiempo de alrededor de 10-14 días entre la principal medida considerada (cuarentena) y su efecto en la curva de casos. Cuánto a los efectos en la curva de muertes, se observa un tiempo adicional de 4-8 días - sumando entre los 16 días y las 3 semanas. Como consideración, la congestión / descongestión de los hospitales también afecta y de manera relevante las curvas de casos totales y de muertos, debido a que se tiende a gatillar una cadena de contagios entre personal de salud y pacientes, y muchos de ellos mueren en la espera de una cama, de un ventilador mecánico o de traslado a un hospital desocupado. En Alemania la cantidad de tiempo medida es bastante menor, lo cual probablemente se explica por el hecho - confirmado por el mismo paper - que la relación en porcentaje entre cantidad de casos detectados vs casos reales es mucho menor en dicho país. Un antecedente importante al respecto es el hecho que Alemania lanzó un programa importante de producción de tests ya desde los últimos días de enero.
Consideraciones
El efecto de la cuarentena es muy relevante, pero insuficiente. Por ejemplo, el otro cambio de tendencia que se observa en Italia el 4 de abril es debido posiblemente (en ausencia de otras medidas posteriores) simplemente a un efecto teorizado en todos los modelos epidemiológicos: en algún momento y en algunos lugares la cantidad de contagiados es tan elevada que quedan muchas menos personas por contagiar respecto a las que ya se contagiaron. Es posible – profundizando la mirada a los datos regionales y por comunas – que en Italia esto ya esté ocurriendo, por ejemplo en las pequeñas ciudades lombardas o en la pequeña región de Valle D’Aosta.
En perspectiva, la situación chilena es más preocupante aún. El hecho de que la cantidad de casos diarios se mantenga constante o hasta en leve bajada, no es una señal optimista sino que todo lo contrario: habla de una escasa detección de los contagiados reales, que en base a todos los modelos epidemiológicos en esta fase sube exponencialmente si es que no se toman medidas. Un mal diagnóstico es muy peligroso porqué tiende a hacer explotar el problema con demasiada fuerza para poder atacarlo con decisión.
Pero, se estarán preguntando, ¿no será esta mirada muy pesimista? ¿Estamos realmente seguros que Chile no lo está haciendo bien?
El dato principal que desmiente esta posibilidad es empírico: la experiencia internacional, con cientos de miles de casos y decenas de miles de muertos en todo el mundo. Es poco probable que Chile sea la excepción a patrones que se han observado en el resto del planeta.
Y aunque fuera efectivamente así, debido al calor del verano (muy poco probable porqué Brasil ha tenido una explosión de casos importantes y no es un país de bajas temperaturas, aunque no podemos descartar que esto juegue algún rol), tampoco se delinearía un escenario muy tranquilizante, debido a que la temperatura sigue bajando a medida que el país va entrando al invierno.
A lo anterior, se suman otras consideraciones que hacen dudar de las tendencias mostradas por el gobierno. Los porcentajes de casos sin nexo epidemiológico suben constantemente – según los (pocos) datos entregados por el minsal en puntos de prensa e informes. Cuánto al porcentaje de positivos a test PCR, han ido subiendo con la excepción de una bajada consistente en el día 8 de abril – en el cual se han realizado casi 8000 muestras. Sin embargo, no hay que considerar sólo de la cantidad de tests como valor absoluto, sino que también la heterogeneidad de los procedimientos.
En Chile hay una diferencia importante respecto a los demás países europeos: un sistema de salud privado con peso relativo mucho más fuerte en relación con el sistema público, y un total de presupuesto de salud mucho menor. No se entregan datos sobre cuántos de ellos son efectuados por clínicas, y cuántos por hospitales. Es razonable pensar entonces, que los criterios y cantidades de tests sean distintos entre los dos sistemas, debido a las diferencias de presupuesto y además al hecho que en el sistema privado hay un evidente y declarado fin de lucro.
Tampoco hay datos de tests diferenciados por regiones.
En resumen, estamos observando valores agregados que consolidan realidades muy distintas entre ellas, sin poderlos fraccionar y analizar por separado. Y en base a ellos, se está tranquilizando la población y levantando gradualmente las pocas medidas adoptadas, ostentando un aparente control de la pandemia tal como se ha hecho en otros países, cuales EEUU y Reino Unido, a costa de la salud de los ciudadanos.
La diferencia entre las curvas de datos de casos totales regionales y por comuna parece también apuntar a la relevancia de estas diferencias, sobre todo considerando que la curva sube más en lugares de menor densidad - lo cual por el modelo epidemiológico tendría muy poco sentido.
El sólo hecho de que no se publiquen tablas claras, diarias y fácilmente comparables por mucho de los datos entregados en los puntos de prensa (tests, ventiladores, cupos U.C.I., etc.), es de por si una mala señal.
Es muy importante que los ciudadanos tomen consciencia no solo del enorme peligro por la salud publica, sino que también del impacto económico y social de no tomar medidas a tiempo.
El carácter exponencial de todas las curvas hace que la situación se escape de control en tiempos relativamente rápidos. El desfase observado entre la aplicación de las medidas y la observación de los resultados, o entre la infección de los pacientes y su detección, también son un factor desfavorable a la hora de “bajar la curva” y tratar evitar un desastre humanitario y social cuando ya es demasiado tarde.
En Italia, país en el cual se han adoptado medidas bastante más radicales que en Chile cómo por ejemplo zonas rojas para aislar los principales focos del resto y cuarentena total nacional, se estima que se hayan evitado 38.000 muertos. Aislar Lombardia y el norte de Italia – zona con muchos más recursos e con un sistema de salud mucho más robusto respecto al sur de Italia – del resto del país, ha evitado colapsos de sistemas sanitarios mucho menos preparados y los consecuentes dramas sanitarios y sociales
En Chile la R.M. no ha sido aislada, y se observan ahora brotes importantes en muchos lugares del sur y de regiones en general, entre los cuales se pueden destacar las situaciones de la Araucanía (sobre todo Temuco), Ñuble, BioBio, Magallanes, Valpasaiso. Las medidas de cuarentena han sido honestamente ridiculas, y las pocas medidas adoptadas han sido adelantadas por anuncios que han producido importantes aglomeraciones.
También preocupa mucho la falta de centralización del modelo con las diferencias legislativas y presupuestarias entre publico y privado, entre comuna y comuna, entre Región Metropolitana y el resto de Chile.
Pero sobre todo, es espantosa en perspectiva la postura dogmatica de un Presidente y de un gobierno que se obstina a niegar la realidad, en aprovechar de las lecciones aprendidas por los demás países y en el rechazo total de la simple hipotesis de un cambio de modelo económico y social – aunque sea temporalmente y para atacar la contingencia actual – siendo que la experiencia internacional ha demonstrado el éxito, a la hora de enfrentarse al problema y atacarlo, de los sistemas sanitarios y económicos públicos, centralizados y uniformes sin diferencias de clase social, comuna o región.
Mientras tanto, los medios de comunicación han hecho hincapié sobre la irresponsabilidad de “la gente”, como si la gestion de una pandemia pudiese ser delegada a cada uno de los millones de individuos que viven en el país y no ser gobernada por una cadena de mando centralizada, que brinde los sustentos económicos que ameritan una emergencia nacional y mundial.
A quienes piensen que hay que privilegiar la economía sobre la salud (o viceversa) respondo que no tiene sentido atacar uno sólo de estos problemas; hay que proceder no sólo radicalmente, sino que atacando ambos aspectos a la vez.
El gasto sanitario sube exponencialmente y acompaña la curva de casos –a cada enfermo corresponde una cantidad de tests, y en los casos más graves ventiladores, doctores, cupos U.C.I, insumos. Por otro lado, las personas y las PYMEs necesitan subsistir y un alivio económico es necesario para evitar que se vean obligados a salir, trabajar, moverse y propagar el contagio. La solución reside en ir hacia un modelo con un Estado más fuerte, que tome las riendas con una presencia importante abandonando su clásico rol de (débil) arbtitro del juego. Lo cual implica una mayor inversión en salud publica, tomar el control de muchos sistemas privados – sanitario y otros – para reconvertir las cadenas productivas y lograr que Chile vaya produciendo cada día lo que necesita más para atacar la pandemia, brindando al mismo tiempo sustento a familias y a pequeñas empresas; también se puede y debe modernizar, ampliar y universalizar el acceso a los sistemas de reparto y ocupar técnica de control electrónicas y remotas - no presenciales - de los casos detectados y de fiscalización de respeto de las medidas de cuarentena.
En mi personal opinión el camino es demasiado largo para que pueda ser enfrentado por un Presidente y un Gobierno con una postura ideológica radicalmente opuesta al rumbo a tomar con urgencia. Por ende, es prioridad que todos no sólo tratemos transmitir (y adquirir) consciencia del problema, y de las medidas que lo solucionan, sino que también mostrar que la renuncia de Piñera es un primer paso necesario para tratar mitigar el desastre que se viene muy probablemente a futuro.
Este humilde trabajo de divulgación apunta justamente a esta dirección. No me cabe duda que si Chile despertó en octubre, lo hará de nuevo y esta será la salvación de un país agobiado por una dictadura disfrazada de democracia.
Nomenclatura
- Case based self-isolation: Aislamiento de casos detectados
- Social distancing incouraged: Incentivo a la distancia social
- Public events banned – Prohibición de eventos publicos
- School closure – Cierre de escuelas y colegios
- Total lockdown – Cuarentena total
- Trend change - Cambio de tendencia
Fuentes
- Datos de las medidas en Europa y su "peso" (paper)
- Datos de Italia
- Datos y medidas adoptadas en Chile
- Datos España (recientes)
- Datos Francia (recientes)
- Datos de Reino Unido y Alemania, datos históricos de Francia y España: Cross-check entre wordlmeters.com y las time series dell’Università di John Hopkins
Imágenes
Figura 1 - En la imagen (paper): medidas adoptadas por fecha de implementación.
Figura 2 - Lapso temporal (en días) desde la implementación de la cuarentena total y primer cambio relevante en la curva de los casos totales.
Lapso temporal (en días) desde la implementación de la cuarentena total y primer cambio relevante en la curva de los muertos. Se utiliza fecha posterior a la que se determinó para la curva de los casos totales (imagen anterior).
En la imagen (paper): impacto de las medidas adoptadas (Francia, Alemania, Italia) en la cantidad de contagiados reales. Estos son estimados con técnicas estadísticas a partir de la curva de muertos.
En la imagen (paper): impacto de las medidas adoptadas (España, Reino Unido) en la cantidad de contagiados reales. Estos son estimados con técnicas estadísticas a partir de la curva de muertos.
En la imagen (paper): estimación de muertes evitadas gracias a las medidas adoptadas (columna a la derecha).
En la imagen (paper): estimación de contagios reales en varios países europeos.
En la imagen (paper): Diagrama de flujo de los componentes del modelo utilizado.